
Pasar unas cuantas semanas rodeados de familias entusiasmadas por viajar y convencidas de que el mundo puede ser una fantástica escuela para niños y adultos, familias entusiasmadas por el worldschooling.
Un chute de energía viajera, de conexión, de nuevas ideas; espacios para compartir miedos, experiencias, habilidades. Espacio para que, mientras los adultos asisten a charlas, los niños que quieran puedan jugar libremente o asistir a su vez a talleres: circo, parcour, teatro, manualidades varias…
Bueno, la verdad es que el World School Family Summit de este otoño en Granada ha sido una gran experiencia. Tanto que me he animado a ponerme manos a la obra y contarlo, tras bastante tiempo de silencio por aquí.
Además, bastantes me habéis preguntado, sé que hay mucha curiosidad y ganas de saber cómo funcionan estos encuentros, así que allá vamos….
Los organizadores del encuentro son Lainie y su hijo Miro, de Project WorldSchool a los que, ya hace la friolera de tres años (¡ay cómo pasa el tiempo!), entrevisté aquí en el blog. En la entrevista, que puedes leer aquí, ya nos hablaban de cómo dejaron su vida convencional en EE.UU. , cuando Miro tenía sólo 10 años (ahora tiene 20) para pasar tiempo juntos y aprender del mundo.

A día de hoy, los encuentros de familias worldschoolers han pasado de realizarse una vez al año a realizarse dos. En primavera tienen lugar en México. En otoño tienen lugar alternativamente en Europa y en Asia.
Pero os cuento un poco más en detalle cómo funcionan: los días propiamente dichos de encuentro son cinco. En un local de eventos bien grande (en Granada fue un restaurante con espacio para eventos y bodas granadino) tienen lugar durante esos 5 días las charlas y los espacios para niños y adultos. Se comienza por la mañana a eso de las 10 y se acaba a las 18, con un tiempito para comer. De lunes a viernes. Toda una semana de trabajo, vamos :-), pero de trabajo worldschooler, nómada digital, del que nos gusta.
En el espacio de eventos de Granada había una sala muy grande arriba, donde nos reuníamos los adultos (la presencia infantil no estaba restringida). Abajo, un espacio igualmente grande donde se hacían talleres para niños. En el exterior, bastante soleado, había unos cuantos sofás y más espacio de juego.
Los talleres fueron casi totalmente ofrecidos por las familias worldschoolers participantes. Carla, de la familia viajera Ligrones en Ruta, encargada de la organización local del evento, me comentaba que ella asistió a otro Summit, el año anterior, y que allí no hubo tantas charlas voluntarias. Pero en Granada las familias asistentes rezumaban entusiasmo y pusieron tantas energías que coparon el cartel.
De entre las charlas o coloquios a los que asistí, que fueron más o menos la mitad (por exigencias de mi guión, con bebé de 8 mesecitos), destaco muy especialmente la entrevista a un grupo de adolescentes viajeros. Una de las grandísimas inquietudes que tenemos cuando viajamos con nuestros hijos es si ellos estarán bien, si les estamos haciendo daño retirándoles de una vida “estable”, alejándoles de amigos “estables”, de rutinas, colegios, familia, etc.
Pues bien, estos chicos, que como mínimo tenían 12 años y llevaban viajando los últimos 4 de su vida, parecían súper satisfechos y confiados. Uno a uno fueron respondiendo a las numerosas preguntas de los más o menos preocupados padres de la sala. Fueron reconociendo pros y contras, cada uno de su experiencia personal, que eran muy diferentes.
Los había que viajaban por tierra, en autocaravana, de manera constante. Otra que tenía diferentes bases por el mundo, entre las que se iba moviendo. Otra vivía en un barco, otro en furgoneta… Pero no, entre otras cosas ninguno deseaba cambiar de vida y no se imaginaban de adultos viviendo en un lugar fijo durante la mayor parte del año.
Otra charla muy interesante fue la de Elin Morgan. Elin tiene un hijo unschooler y worldschooler de 14 años, con el que ha vivido en Nueva York, México y Andalucía y es la creadora de la comunidad worldschooler o WorldSchool Hub Andalucia (WSHA). Este hub se ha convertido, de dos años para acá, en un lugar de anclaje muy importante para familias que desean encontrar otros worldschoolers y convivir con ellos en el Sur de España.
También hubo una charla de housesitting; una mamá organizó una sesión de parcour en familia; otra familia presentó su vida viajando en bus; una madre y abuela compartió su larga experiencia home-, un- y worldschooler; un papá habló de cómo encontrar la vocación y trabajar por el mundo; se habló de alternativas educativas, fotografía nómada, se hizo una rueda compartiendo miedos…
Ah, pero lo primero de todo es que el encuentro comenzó con la proyección del documental Self Taught: seis personas narran el gran impacto que el aprendizaje autodirigido ha tenido en sus vidas. ¡Una de ellas es Miro!
Y claro: siempre, entre charla y charla y en cualquier momento, la posibilidad de compartir y charlar informalmente con las otras familias asistentes.

En cuanto a la duración: aunque el encuentro dura 5 días, las familias acuden varios días o semanas antes y se quedan varios días o semanas más, para aprovechar y compartir.
Ah, y detalle importante y por el que también sé que hay mucho interés: el idioma predominante fue indudablemente el inglés, todo un reto en nuestro caso, ¡pero también una gran oportunidad!
Las familias worldschoolers hispanohablantes si no me equivoco en el recuento, fuimos 7, de las casi 200 personas que asistimos al Summit. Entre ellas, aparte la familia de Ligrones en Ruta y otras hermosas familias viajeras, encontramos (qué sorpresa) a la familia de los Mochiadictos.
La organización me pareció muy buena. Especialmente teniendo en cuenta el gran número de familias que éramos. Destacar que los niños fueron acompañados por un grupo de jóvenes voluntarios y que disfrutaron todos mucho, tanto los niños como los propios voluntarios.

Especialmente los que seguís nuestro blog, ya sabéis que somos grandes fans de este tipo de encuentros. Comenzamos justo va a hacer tres añitos yendo a Tailandia a conocer familias germanoparlantes viajeras, al encuentro (informal) de Koh Phangan.
Llenos de energía worldschooler y de ganas de compartirla, en otoño de 2017 organizamos el primer encuentro Worldschooler de la península, pequeñito pero sin duda muy exitoso.
Asistir a este encuentro el mes pasado, tras nuestras experiencias anteriores como asistentes y organizadores, ha sido muy agradable. Lo que más nos ha gustado: que el ambiente entre familias era muy agradable y positivo; y nos ha fascinado el team de adolescentes voluntarios que atendió a los más pequeños.
Podéis manteneros al tanto de los eventos de Project WorldSchool, tanto para familias como para adolescentes, en su página web. El próximo encuentro de familias está previsto para marzo de 2020, en México.
Y si tenéis preguntas o comentarios, estaré encantada de charlar con vosotros justo aquí debajo 🙂
新冠快点结束吧!