Laetitia es madre de dos niños y cofundadora de la escuela Madrid Active School (MAS), la primera escuela activa/libre autorizada de Madrid capital. Lleva ya dos años y medio funcionando con éxito y es continuación de la asociación para familias Nidia.

laetitia-madrid-active-school

Gracias por estar aquí, Laetitia. ¿Podrías presentarte un poco, contarnos algo de ti?

Soy francesa, llevo 12 años en España y creo que la vida me ha traído a esta tierra latina, para coger algo del calor, de la emoción de aquí, e integrarlo en mi mente y cuerpo, más del norte.

Tengo dos hijos y la vida me ha metido o me he metido yo en temas de infancia, aunque no soy una profesional de la infancia. Soy una persona inquieta y en búsqueda y me introduje en esto de montar un cole, con todas sus implicaciones.

Hace 6 años fundé Nidia, un proyecto pedagógico infantil, con otras dos mamás.

Hace tres fundé con otra mamá, Melani, Madrid Active School, colegio de infantil y primaria.

Tengo otras actividades como profesora de interpretación e intérprete.

Me encargo de la gestión del cole y puedo estar en otros sitios y compaginar mis otras actividades con el atender a las necesidades del colegio, haciendo llamadas, correos. Lo apoyo y sostengo desde fuera.

¿Cómo surgió el que comenzaras a involucrarte tanto en la educación de tus hijos, como para participar en la creación de la Asociación Nidia y de Madrid Active School?

Nació mi hijo y pasada la búsqueda de respuestas a la etapa bebé llegó la etapa de buscarle a mi hijo un espacio, para que él tuviera el suyo y yo el mío. Lo que veía alrededor no me convencía mucho. Una amiga me habló de una escuela donde aprendían sin libros, y me sorprendió, recelé un poco, pero acudí a una charla y fue un descubrimiento. Aquello respondía a mis necesidades.

Por entonces, en 2010, en Madrid capital no había nada así. Conocí a dos mamás y fundamos una asociación, Nidia. Buscamos un local. Nuestra línea pedagógica era clara: los Wild. Nos comenzamos a formar con gente de Alavida, de La Violeta…

Cuando comenzamos nos confrontamos con la realidad…

Comenzamos acompañando los padres y cuando encontramos  una acompañante con experiencia en la no directividad y acompañamiento emocional los padres nos situamos apoyando al colegio desde el punto de vista logístico.

¿Qué os llevó a ti y al resto de familias a poner vuestras energías en la creación de una escuela que abarcara ya no sólo infantil sino también primaria?

Cuando los niños iban a cumplir 6 años comenzamos a pensar qué hacer. No teníamos muy buena acogida por parte de las autoridades locales…  Tuvimos que buscar un planteamiento legal muy sólido y buscamos la manera de hacer un cole de primaria.

La opción que se escogió fue la de abrir un cole internacional. El organismo que nos permite hacer esto tiene una filosofía muy parecida  a la nuestra. Honra la excelencia y la diferencia, que cada cole tiene su idiosincrasia y manera de hacer dentro de una educación de calidad.

Abrimos hace ya 2 años y medio.

¿En qué pedagogías se basa Madrid Active School?

Lo que más nos atrajo fue la pedagogía activa/libre según Rebeca y Mauricio Wild. Para nosotros no se trata de un tipo de escuela sino de una filosofía. Muy sencilla, que lo recoge todo. Se trata de observar al niño, de ver lo que cada uno necesita y de responder a esas necesidades.

La primera necesidad es toda la parte afectiva, emocional. Cuidamos mucho la vida emocional de cada una de las personas que están y de los niños y niñas. Lo primero que se cuida es la adaptación, la acogida. Se cuida el vínculo que se establece con todas las personas que están dentro. Como se transfiere el vínculo desde la mamá, papá o figura de apego a las personas que están dentro.

Cómo acompañar los conflictos para poder acoger las necesidades de todas las personas. Saber dónde estoy, qué necesito.

Se cuida que sea un ambiente relajado. Si cada uno se siente en seguridad y seguro de sí mismo todo viene naturalmente. Entre otras cosas se da el aprendizaje cognitivo.

También se ofrece un espacio apropiado para moverse y desarrollarse en movimiento. Hay lugares fuera donde saltar, moverse, gritar si quieren. Tienen acceso a ese espacio casi todo el día.

El espacio está organizado por rincones. Los niños se desplazan libremente por los espacios. Desarrollan actividades de juego libre.

 ¿Cómo es un día cualquiera en Madrid Active School?

Existe un límite de hora para entrar, para que no haya interrupciones.

Cada uno hace lo que le interesa: actividades cognitivas, juego simbólico, expresión plástica, juego con agua y arena en el jardín etc. Estar juntos o consigo mismos…

También hay ciertas rutinas: almuerzo, propuesta de actividad, comida, actividad de cierre. Estas permiten tener una orientación en el tiempo. Ninguna de ellas es obligatoria en la etapa infantil.

En primaria sí se pide a los niños que acudan a las actividades relacionadas con la lengua y cultura españolas, una asistencia mínima a las actividades en inglés, y un compromiso con ciertas actividades grupales, como la asamblea semanal.

Si se trata de un espacio tranquilo se cuida que se mantenga así y se ofrecen otros lugares para el movimiento. También existen más normas para que la actividad de cada uno se respete. Pero por lo demás hacen lo que necesitan hacer en cada momento. Un niño puede estar mucho tiempo en el juego simbólico o saltando en los colchones… luego pasar a otra cosa al cabo del tiempo…

Las acompañantes están para acompañar esto, ver si necesitan otro tipo de materiales…

El entorno preparado se revisa y prepara cambia cada cierto tiempo, en función de las necesidades del grupo. El papel de las acompañantes es observar y adaptar las rutinas y materiales al grupo e individuos.

En primaria, a partir de los 6-7 años, entran en otro tipo de necesidades. No entran a 1 de septiembre del año que les toca, sino paulatinamente. El paso a primaria es un proceso madurativo que viene a culminar hacia los 7-8 años.

En primaria hay un momento de juego individual. Hay más espacios individuales porque el espacio individual se convierte en una necesidad. También hay espacios de grupo más estructurados. Se celebra una asamblea para comentar las actividades que van a llevar a cabo. Y también hay rutinas para orientarse en el tiempo.

¿Existe una evaluación como tal de los aprendizajes de los niños, o un proceso de seguimiento? ¿Qué procesos observa?

Todo se registra. Estos niños están más evaluados que en ningún otro lugar. Pero el lenguaje que se usa para registrar es descriptivo.

En cada área se apuntan los sucesos importantes del día, por ejemplo: “hoy venía muy triste y ha estado llorando mucho…”.  O “le interesan los animales y quiere información sobre los koalas”.

Se registra todo el proceso evolutivo del niño, de manera completa; lo social, lo emocional, lo corporal, lo cognitivo… El proceso de registro es diario. La evaluación es continua y cualitativa, no cuantitativa: se habla de competencia adquiridas y se valoran los progresos de cada niño con respecto a sí mismo (evaluación individualizada).

interior-madrid-active-school

¿Cuál es la relación de los padres con Madrid Active School? Actividades obligatorias, eventos, reuniones con los acompañantes…

En Madrid Active School no entra el niño solo, entra la familia. Se cuida mucho el tiempo de la decisión de entrar. Para asegurarnos de que los padres saben lo que implica entrar. Es un proceso, recogemos las necesidades de Madrid Active School y de las familias y vemos si se puede dar la relación de años que supone entrar en Madrid Active School.

Cuando entran se firma un compromiso. En Madrid Active School damos mucho (seguimiento individualizado, cuidado de las necesidades, todos los días se habla de los niños, hay mucha disponibilidad por parte de las acompañantes) y a cambio sostenemos el proyecto todos juntos.

Melani y yo llevamos la parte legal, damos la cara al mundo externo. Las acompañantes están escogidas en base al proyecto filosófico. Y las familias son la base y sustento del proyecto.

Lo primero al entrar es un compromiso de las familias de estar implicadas en el desarrollo de sus hijos. Compromiso sin expectativas. Cuidamos que cada uno vaya a su ritmo, como los niños. Sin exigencias. Respetando que cada familia tiene su manera de hacer. Pero tratamos de converger para que sea coherente el lenguaje de casa y el del cole y los niños tengan la menor confusión posible.

Hay que acudir a las reuniones pedagógicas, a las tutorías individuales para acompañar el proceso del niño y de la familia. Y también apoyar al colegio.

Madrid Active School se sustenta por las cuotas de las familias y supone muchos gastos, por lo que muchas tareas se hacen entre las familias. Hay diferentes comisiones para cubrir las necesidades del proyecto. Cada una aportando lo que puede.

Trabajamos también con herramientas de trabajo en grupo, comunicación no violenta, escucha activa… Hacemos reuniones organizativas, aparte de las pedagógicas. Nos protegemos unos a otros. Y nos reímos mucho también.

¿Cómo obtenéis y usáis las herramientas de comunicación no violenta?

La comunicación es algo básico en el proyecto, en todos los sentidos. Las acompañantes están formadas en CNV y escucha activa. Hemos hecho formaciones y talleres de grupo con varias personas. Las acompañantes nos traen lo que van aprendiendo y practicando.

Cada una vamos trayendo al grupo lo que vamos aprendiendo en talleres (comunicación no violenta, grupos inteligentes). Hacemos grupos de lectura de CNV, escucha activa o psicología evolutiva…

El espacio es un espacio de formación. Tanto el de los niños como el de los padres

¿Existe algún modo especial de gestionar los conflictos entre los niños en Madrid Active School?

Se parte de la base de que no emitimos juicios. Nos encontramos con necesidades distintas que hay que encauzar dentro del respeto y dentro de este espacio.

Hay límites, reglas fijas: no se puede agredir, no se puede molestar y hay que respetar la actividad del otro. Esto es lo inamovible.

Las acompañantes adultas se encargan de hacer respetar estos límites. Son responsables del ambiente relajado, que se basa en límites y normas. Las normas se adaptan al momento, el grupo, el individuo…

jugando-en-arenero-madrid-active-school

Las acompañantes se encargan de recordar las normas, poniéndose al nivel del individuo. Para un pequeño puede ser un “no puedes hacer esto aquí”, sin más explicaciones, porque su desarrollo madurativo no lo requiere.

A veces surge este desfase entre lo que un niño puede hacer y lo que se le pide, pero poco a poco va  integrando normas y llega el momento en que las hace suyas, cuando está preparado.

Pero cuando un niño transgrede normas porque es su manera de expresar una necesidad no cubierta se busca qué necesidad no cubierta hay. Si tiene que ver con un malestar general se habla con los padres…

Cuando hay pautas de repetición y no se cumplen las normas siempre es debido a una necesidad no cubierta.  Y se suele hacer un trabajo muy intenso con los padres.

Quizá para explicar esto ayudarían más ejemplos concretos, pero estos los tienen las acompañantes.

En primaria hablan en la asamblea de lo que les pasa. Pueden expresar lo que sienten. Ya tienen las palabras para decir lo que necesitan y buscan entre ellos soluciones.

En definitiva, los conflictos se acompañan.

¿Cómo se organiza el período de adaptación?

El período de adaptación es ilimitado y es un proceso familiar. Se acompaña a toda familia. Al niño, a la figura de apego, que suele ser la mamá, con lo q conlleva para ella, sobre todo si es una primera separación…

Será distinto para cada familia… Pero primero el papá o mamá acompaña al niño por todo el espacio mientras el niño hace vínculo con las acompañantes y el espacio. Con los compañeros suele tardar más.

A medida que el niño hace vínculo con las acompañantes, la mamá se queda fija en un lugar del espacio y el niño va y viene.

Luego la mamá o papá sale del espacio durante un tiempo breve, se informa al niño del tiempo que estará fuera y siempre se respeta.

Y finalmente la mamá o papá se va.

Pero no es un proceso lineal. Puede que al cabo de 2 o 3 meses pueda volver a querer estar con mamá, a pesar de lo fascinante que le parezca estar en sociedad. Puede volver a mostrar tristeza, enfado, verbalizar que quiere estar con mamá… Ambas necesidades son válidas.

Ahí entra todo el proceso de observación de las acompañantes de lo que necesita… Puede necesitar llorarlo, verbalizarlo… acogerlo. Puede que lo saque y ya se sienta de nuevo centrado y se encuentre de nuevo con los compañeros.

Cuando la mamá o papá tienen que irse a trabajar muy rápido el proceso se acompaña de otra manera. Se acompaña la tristeza, el enfado, etc. que supone la separación hecha de esta manera…

Para ti, ¿cuál es el mayor problema de la escuela convencional?

Se me ocurren dos. Primero, la actitud del adulto. Con cambiar el lenguaje que se usa y poder tratar a los niños desde la empatía hace mucho. Ahora bien, soy consciente de las limitaciones de las condiciones en que trabajan estas personas. Y las admiro. Poder estar relajados en estas condiciones, escoger sus palabras, no es fácil.

Pero si por lo menos se  les pudiera dar formación sobre comunicación, más que nuevas tecnologías. Sería tiempo y dinero mejor invertido, desde mi punto de vista.

Y segundo, en lugar de invertir en materiales, yo invertiría en gente, en tener más profes para bajar la ratio. Con 5 o 10 niños menos por clase. El adulto podría estar más centrado, podría ofrecer lo que tiene que ofrecer y dar más atención a los niños

Una pregunta que seguro te hacen a menudo: ¿crees que el MAS prepara eficazmente a los niños para el futuro laboral?, ¿por qué?

Es una pregunta que sí nos hacen, pero no suele hacerla quien va a entrar en el colegio. No estamos para convencer a nadie. Una parte de nosotros está convencida de q la educación se encamina a esto: atención más individualizada, dejar más espacio a la creatividad, desarrollar herramientas para la convivencia y la paz…

Esto no lo hemos inventado nosotras. Lleva varias décadas haciéndose… En algunos países incluso más. En otros países es la norma en infantil…

Sabemos que cuando salen de aquí, con 12 años, han adquirido competencias como la forma de comunicarse, comunicarse consigo mismos (qué siento, qué quiero ahora)…  Todo lo que tiene que ver con la autoestima. Esto les permite moverse en el mundo desde otro lugar.

También han aprendido el disfrute del crecer, no el de aprender. Porque aprender viene dado con el crecimiento. Tienen ganas de comerse el mundo de una manera positiva, porque no es en detrimento de los otros. Tienen ganas de crear, de creer. No sé hacer esto, busco la manera o me junto con otros que tengan el mismo interés, aunque tengan otra edad. No hay diferencias por causa de la edad. Esto lo tienen asumido porque aquí están juntos (de 3 a 6 años y de 6 a 12).

Todos son tan diferentes que la diferencia se diluye. Todo es normal dentro de los límites, todo vale, cada uno va a su ritmo… dentro de las normas de convivencia.

Si hay una exigencia impuesta en el sistema escolar convencional la integran como una necesidad de la vida en sociedad. Y si les frustra le pueden dar salida.

Y sobre todo cambia la relación con el adulto. Aquí es muy cercana, muy afectuosa. Y desde el pragmatismo se les prepara para lo que van a encontrarse cuando salgan. Y por supuesto, con  12 años tienen ya una madurez emocional que les permite procesar esto.

¿Y la mayor ventaja de la educación que seguís?

Hay una parte de mí que no está buscando ventajas, sino hacerlo así porque no puede ser de otra manera.

Que si van a ser más felices, que van a gestionar su vida emocional de otra manera… Pues espero que sí… Pero realmente lo hacemos por ser coherentes con nosotros mismos.

¿Cuál es para ti la mayor satisfacción por haber participado en la creación de este proyecto?

Como todo, está lo bueno dentro de lo malo y lo malo dentro de lo bueno. Quienes hemos comenzado aquí nos hemos metido por deseos, unos conscientes e inconscientes…

En mi caso, que me encargo de los trámites administrativos, es emocionante y gratificante ver como finalmente las piezas encajan.

Desde el motor interno, lo voy haciendo porque sí… Es como aprender algo igual que lo van haciendo en el cole. Yo voy incorporando herramientas para ir haciendo algo.

Hay trabas, dificultades y momentos que se llevan mejor o peor. Esto me lleva a crecer, aunque haya momentos de los que a veces me gustaría prescindir.

Los adultos que estamos aquí intentamos cuidarnos, porque es lo suyo trabajando con niños. Para estar centrados. Cada uno va a su ritmo en esto e intentamos que el estar aquí sea un dar  recibir, un disfrutar del proceso, de la aventura del proyecto…

Para mí es satisfactorio poder gestionar la carga, y poder aceptar que en un momento dado tenga dificultades, poder integrarlas en un fluir de la vida…

Es lo emocionante que tienen los retos.

Para mí lo más agradable es estar con la gente y compartir esto. Crecer juntos.

Muchas gracias…

Un placer…

***

¡Si te ha gustado, por favor, comparte y dale a me gusta!

Irabela’s somos una familia de 4 que se ha lanzado a vivir el nomadismo digital y el worldschooling. Acabamos de comenzar un viaje de 6 meses por Asia. Si quieres seguir en vivo nuestra andanza por el mundo y recibir nuestros artículos en torno a aprender, trabajar y vivir en libertad puedes suscribirte aquí.

 

Guardar

Guardar

Guardar

Guardar

Share This