Tan sencillo y tan práctico.
La creación de encuentros de familias está haciendo furor de unos meses para acá entre la comunidad germana unschooler y viajera.
Y no es para menos.
Como muchos sabréis, en Alemania –como en España- a diferencia de países como Inglaterra, Francia o Portugal o EE.UU. (donde son toda una institución), ni el unschooling ni el homeschooling están permitidos.
Por tanto, quien no está conforme con el sistema educativo convencional y no puede o no quiere asumir los gastos que supone una escuela libre o alternativa, o simplemente no tiene acceso a ella (por falta de plazas, por ejemplo) lo tiene difícil.
Es el caso de gran parte de las familias que han optado por desempadronarse de Alemania y compaginar la educación libre de sus hijos con viajar. Y con trabajar en movimiento.
También hay familias que no han necesitado desempadronarse para viajar gran parte del tiempo, porque residen en Austria y allí el homeschooling (aunque a veces con exámenes muy estrictos) sí está permitido. Igualmente en Suiza.
Naturalmente también hay familias con niños que todavía no están en edad de escolarización (o sí) simplemente con ganas de viajar.
Y familias que piden vacaciones y se escapan un par de meses de la realidad para olfatear cómo sería la vida worldschooler…
¿Qué pinta aquí un encuentro o comunidad temporal? Pues lo pinta todo. Porque quienes deciden optar por esta vida itinerante a la larga necesitan un soporte humano, que se encuentra fácilmente entre otras familias.
A la larga (o a la corta en muchos casos ;-)) los niños necesitan compañeros de juegos. Los adultos necesitamos personas con las que relacionarnos y apoyo entre nosotros para cuidar de los niños.
Hace apenas unos días que hemos salido de Koh Phangan, donde hemos tenido nuestra primera experiencia en este tipo de encuentro. Desde mediados de enero hasta principios de marzo hemos estado en un resort con familias alemanas, suizas y austríacas.
Aquí van unos cuantos rasgos organizativos o detalles del día a día para que entendáis un poco más cómo funciona un encuentro o comunidad temporal así:
– Es un encuentro abierto y voluntario: el encuentro en el que hemos estado se inició porque la familia Horlacher (la semana que viene los entrevistaremos por aquí, por cierto ;-)) convocó por facebook a otras familias: avisó de que iban a estar en un resort de Koh Phangan y que las familias que quisieran podían acudir.
Ellos no se responsabilizaban de nada de lo que tuviera que ver con el resort. Simplemente avisaban y habían negociado un precio especial por familia. Pero cada familia cerraba por su cuenta el contrato con el resort.
– Por eso mismo, en cuanto a fechas cada uno pudo llegar e irse a su ritmo. El encuentro comenzaba a principios de diciembre pero nosotros, por ejemplo, no llegamos hasta mediados de enero. Unas cuantas familias más llegaron cuando nosotros, otras después. Otras se fueron yendo al poco de llegar nosotros. Ha sido un constante ir y venir porque cada familia ha adaptado sus fechas según le convenía.
– Ideas similares: en el grupo de facebook figuraban las ideas que guiaban a los iniciadores y que ellos deseaban que también motivaran a quien acudiera: crianza con apego, libertad educativa, embarazo natural, parto respetado, lactancia y porteo, veganismo, entre otras.
Las familias que hemos estado en el encuentro hemos compartido gran parte de estas ideas, otras quizá no tanto, o con matices culturales o personales distintos (nosotros, por ejemplo, aunque intentemos cuidar nuestra alimentación y comamos poca carne, no somos veganos, ni siquiera vegetarianos). El intercambio en todo caso ha sido genial.
– Otra característica más es la disposición general para hacerse cargo en común de los niños. Ellos de por sí tienden a juntarse y jugar, lo cual hace posible que parte de los adultos pueda retirarse a trabajar, descansar, comprar, cuidar del resto de hermanos. Esto facilita mucho el día a día.
– Igualmente ha existido una disposición común para ayudarse en caso de problemas: acompañar al hospital, buscar o compartir medicinas, hacerse cargo de hermanos o hijos mientras alguien lo necesitaba, etc.
– Planes de grupo: lo cotidiano ha sido que a través de un chat interno quien le apetezca avise de donde va a ir a comer o a qué playa va a ir, etc. Todo sin existir ningún compromiso explícito de avisar o de participar. Pero a la vez muy abierto a que quien quisiera se uniera.
– Beach-talks (tertulias en la playa sobre un tema concreto). Del interés de compartir sobre un tema concreto han ido surgiendo encuentros temáticos en los que cada uno aportaba su experiencia. Entre los temas han salido: cosmética natural, comunicación no violenta, educación libre, emprendimiento online, creación de empresa como nómada digital y optimización para impuestos…(si te llama la atención el tema de creación de empresa e impuestos, aquí tienes algo que puede interesarte)
– Oferta de actividades: estiramiento de meridianos, yoga, gimnasia, entrenamientos… Muchas personas han ofrecido clases regulares sin coste alguno.
– Aparte de la convivencia y todo lo positivo que se ha podido generar en las semanas que hayamos pasado cada familia, lo que este encuentro genera no acaba aquí.
Esta es la semilla de nuevos encuentros, sean en grupo como ahora o simplemente con otras familias de modo individual.
También es semilla de cambio, de plantearse nuevas ideas y de, más tarde o más temprano llevarlas a cabo.
Nosotros nos quedamos con la sensación de fluidez de las reuniones y de las actividades. Y con la sensación de apertura y libertad. Además de con algunas amistades e incluso alguna colaboración que se prolongará en el futuro.
Pero me gustaría transmitiros de manera más concreta el espíritu de todas estas familias con las que nos hemos ido encontrando.
Adrián, en el post de la semana pasada, nos contaba sus conversaciones con varias personas.
En Irabela’s entrevistamos de una en una a varias de las familias viajeras de Koh Phangan.
La primera entrevista es con la familia Horlacher, la que convocó este encuentro al que hemos acudido.
Mientras la traducía y preparaba disfruté un montón viviendo la experiencia de esta familia, que nos lleva casi dos años de adelanto en la vida worldschooler. Leerlos me sirve para aprender y replantearme muchos temas.
Decidieron vender su casa, sus coches y sus cosas, comprarse una caravana, abrir un negocio online y disfrutar y aprovechar plenamente su vida familiar. Su tercera hija nació en la playa, aquí en Koh Phangan…Pero no os cuento más…
Aquí la podéis leer vosotros mismos.
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Que maravilla, abriendo nuevas rutas, explorando, buscando nuevas formas de vida, de trabajo, de relaciones… Sembrando las semillas. Que maravilla poder encontrar lugares así donde poder apoyarse, retroalimentarse, construir, convivir, aportar, criar en libertad. Todos estos temas me mueven un montón y estoy trabajando para dar el paso. Gracias por compartir! abrazos!