Hoy es un día muy especial. Porque inauguramos nuestra sección de El té de las 5, que a partir de hoy tomaremos todos los lunes, a las 5 de la tarde, con algúna invitada o invitado especial, al que le haremos 5 preguntas.
Y porque hoy tenemos el gran placer de tomarnos ese té con Yvonne Laborda, una referencia muy importante para mí en temas de crianza y aprendizaje.
Yvonne es madre de dos hijas y un hijo, así como terapeuta humanista-holística gestáltica y asesora en crianza con conciencia y aprendizaje autónomo (unschooling). Está muy presente en la red, con su página web, su canal de youtube y con su proyecto La tribu de madres conscientes, un lugar muy especial de encuentro y crianza para madres y familias, que ella ha fundado junto a María José Cifuentes y en el que tengo el gusto de participar.
Yvonne, ¿qué té o infusión te pides?
Me encantan los tés, el té negro, el té verde, el té rojo… Pero también me gusta mucho la infusión de Yogi Tee, el clásico, que es un poco picante, con pimienta, jengibre y un poquito de todo.
¿Una anécdota de algún viaje en familia…?
Pues te contaría muchas. Por ejemplo, la ida del último viaje que hicimos por el trabajo de mi pareja, en que estuvimos un añito y medio en Escocia.
Yo fui en avión con los niños y mi pareja fue en un coche con un maletero grande tipo furgo. Fue una lección de antimaterialismo. Dimos a cada hijo un táper grande de plástico, igual 60 x 40, y ahí tenían que poner lo que más les gustaba.
Había una caja por niño y un par de cajas para mí, para poner libros… Sólo nos podíamos llevar lo que cupiera en esa Ford Tourneo. Fue una pasada ver cómo cada uno de nuestros tres hijos iba llenando su caja. Y querían poner algo, pero el papá les decía que el táper tenía que ir cerrado por la tapa, porque tenía que poner un táper encima de otro y tenía que haber sitio para poner las bicis a un lado…
Tuvieron que priorizar. Si pongo lego no puedo poner libros. Si pongo muñecas de porcelana no me cabe playmobil…
Fue súper enriquecedor ver cómo, viviendo en una casa de 200 y pico metros cuadrados, nos fuimos a Escocia con una caja cada crío, yo con dos cajitas y una maleta…
Te das cuenta de cómo para vivir necesitas bien poco. El resto de cosas las teníamos aquí. Y a la vuelta fue muy bonito ver cómo recuperábamos estos tesoros que más o menos teníamos olvidados.
Si pudieras viajar en el pasado y hablar con tus padres, ¿les pedirías que hicieran algo diferente?
Honesta y sinceramente, sí. Les pediría que hicieran diferente muchísimas cosas. Sin entrar en muchos detalles, mi infancia fue bastante complicada. Hubo abandono explícito, hubo malos tratos. Para la vivencia real infantil de la niña que fui, lo que realmente necesitaba como niña y adolescente estuvo muy alejado de lo que obtuve.
Mi visión de hoy como adulta es muy distinta a la que tenía como joven o como adolescente, porque había mucha rabia, mucho odio y mucho enfado hacia ellos. Pero ocurrió que, sobre los 20 años, hice una gran indagación personal en sus vidas para poder comprender por qué habían sucedido muchas cosas.
Mi mamá durante un tiempo se fue de casa, mi papá era muy violento e indagando en sus infancias pude comprender de qué lugar venían ellos y su inmadurez emocional, también su incapacidad para dar lo que no tuvieron. Eso me ayudó, ya no tanto a perdonar, porque hay cosas que se pueden perdonar y otras cuesta más, pero sí a comprender. Comprender que muchas veces nuestros padres no eligen no darnos lo que merecemos o legítimamente necesitamos, sino que simplemente no pueden. A veces nos dan todo lo que tienen, pero como tienen tan poco, evidentemente nos llega muy poco.
Pedirles, les podría pedir muchas cosas, pero pedir no es condición sine qua non de que me lo hubiesen podido dar. La cuestión es que yo sí he podido darme cuenta de muchas de estas cosas y he podido utilizar mi sufrimiento como niña y adolescente para transformar. Dar a mis hijos lo que de pequeña no tuve me sanó. De ahí que me dedique profesionalmente a este tema y sea terapeuta.
Dar lo que no tuve me sanó. Y un día prometí compartirlo y aquí estoy, escribiendo y hablando sobre estos temas. Y acompañando a familias.
¿Cuál es el paso más importante que has dado en tu vida laboral?
Bueno, como ya sabrás, mi primera profesión fue la de profesora de inglés. Lo fui durante 15 años, hasta el embarazo de mi primera hija. Hace 12 años dejé la enseñanza reglada y formal. Estuve trabajando con niños, adolescentes y finalmente con adultos. Aquello estuvo bien. Era una forma de ganarme la vida haciendo algo que relativamente me gustaba. Las lenguas me gustaban, sabía inglés, había vivido en Australia con mi familia durante 4 o 5 años, de pequeña; también había estudiado los 5 años de francés en la escuela Oficial de Idiomas; había empezado 1º de italiano, pero lo dejé al nacer Ainara. O sea, que las lenguas siempre me han apasionado.
Por tanto, durante 15 años me dediqué a compartir cosas que me gustaban. Pero había algo en la enseñanza que no me gustaba.
Un gran cambio que hice fue simplemente dejar de ser profesora y dedicarme a la crianza de nuestros hijos. Primero vino Ainara, luego vino Urtzi, luego Naikari. Fueron 7, 8 o 9 años en que me dediqué exclusivamente a ellos. Aparte, poco a poco me iba formando en los temas que más me apasionaban. Hacía 20 años ya había entrado en temas de psicología, crecimiento personal, humanismo, mundo espiritual, hinduismo, budismo…
Al haber vivido una infancia un poco difícil, a partir de los veintipico me comencé a interesar por el ser humano, por cómo nos hacemos, cómo influencia nuestro pasado, las emociones, la mente el cerebro, el aprendizaje… todo esto me interesaba mucho. Estudié psicoterapia Gestalt y más tarde hice la formación en Biografía Humana con Laura Gutman.
Di un salto cuántico cuando me dedique a lo que realmente es mi pasión. Hará como 6 o 7 años me levanté un día y le dije a mi pareja: “mi gran sueño sería ganarme la vida hablando y escribiendo sobre los temas que más me apasionan”.
Lo que actualmente más me apasiona es la crianza consciente, el aprendizaje autónomo y el crecimiento personal. Soy terapeuta humanista holística y mi especialidad es la influencia de nuestra infancia en el papá o mamá que devenimos. Mi especialidad son mamás y papás.
Mi gran salto fue ese. Dedicarme a escribir para los demás, que me costó mucho. Porque siempre me había gustado escribir pero de pequeña siempre había recibido el mensaje de que yo escribía muy mal, porque sólo se fijaban en las faltas de ortografía, en la puntuación… Yo era un poco disléxica… por tanto confundía las letras… Ningún adulto se fijaba en lo que escribía, sino en cómo escribía, en lo mal que escribía. Por tanto siempre pensé que no sabía escribir.
Además, como era muy habladora, me gustaba mucho interrumpir las conversaciones de los adultos y hablaba mucho en clase, siempre me hacían callar, me decían que callase porque decía muchas tonterías. Por tanto, también pensaba que no servía para hablar.
Casi rozando la cuarentena, me atreví a empezar a escribir para los demás. Y cuál fue mi sorpresa, que me empezaron a llegar personas que querían que escribiera para revistas, para blogs; empecé a dar charlas, conferencias… Primero en pequeños centros cívicos, universidades.
Como ya sabréis, actualmente soy escritora, está a punto de salir mi primer libro, también doy charlas, conferencias, cursos y formaciones por toda España. También tengo el proyecto de La tribu de madres conscientes, junto a Maria José Cifuentes, que ya tiene más de un centenar de familias que forman parte. Bueno, tú misma estás ahí, con tu familia.
Mi canal de Youtube está repleto de todas las charlas y todo lo que necesito compartir.
Mi gran salto laboral ha sido este, el escuchar mi voz interior, el ver que tengo un propósito y una misión, dar voz a los niños, tanto a los que fuimos como a los niños de nuestra vida, nuestros hijos y demás niños.
Ahí estoy. Podría decir que he hecho de mi pasión mi vocación y mi profesión.
Libertad para ti es…
Para mí la libertad es poder llegar a ser quien hemos venido a ser.
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La verdad es que ha sido todo un gusto esta infusión con Yvonne.
Nos vemos el lunes próximo, en el té de las 5, con nuestr@ próxim@ invitad@ especial 😉
Si todavía no estáis suscrit@s a Irabela’s, podéis hacerlo aquí…
Ha sido un placer… Un abrazo.
¡Gracias, Yvonne!
Que bello espacio éste del te a las 5, y que genial que empiece con Ivonne, yo también la sigo hace un tiempo, he visto sus cambios, giros y crecimiento desde la virtualidad, la lejanía en lo virtual ayuda a la perspectiva. Y, aunque hay cosas en las que pensamos distinto, la pasión que le pone a lo que hace, el amor sincero por sus geniales críos que traslada hacia los demás, uno puede sentir la calidez en sus palabras, como un abrazo acogedor. Gracias Irabela y gracias Ivonne!!!
¡Hola, Paquita! Gracias a tí por tu feedback. A mí también me gusta mucho la espontaneidad, la claridad y la energía de Yvonne. Un abrazo.
Que maravilloso espacio nuevo!!! Gracias por hacernos llegar a todas esas personas fantástica que enriquecen nuestra vida!! De mayor quiero ser como tú!! Je je je
¡Gracias, Leonor! Me alegro mucho de que te vayan llegando y llenando estas personas. 🙂